


Muchas personas creen que las acciones son sólo para los inversores más pudientes y que son los grandes patrimonios los que más invierten en bolsa. Pues están equivocados. Un estudio realizado por las universidades de UCLA, Chicago y Helsinki entre los inversores finlandeses de 1995 a 2003 ha demostrado que en realidad es la capacidad intelectual del inversor la que determina su predisposición a invertir sus ahorros en bolsa. Los más inteligentes, medido por su cociente intelectual, son los que en mayor proporción destinaron parte de sus ahorros a la inversión directa en acciones. Asimismo, los autores del estudio, tras detectar grandes diferencias en los hábitos inversores entre hermanos, descartaron que la tradición familiar o la educación fuesen factores determinantes. Tampoco detectaron diferencia alguna por ser hombre o mujer.
Desconocemos si estos resultados se pueden extrapolar al inversor español o a períodos de crisis como el actual, sin embargo no hace falta ser un lince para darse cuenta de que quien invierte directamente en acciones está comprando parte de una empresa con todo lo que ello conlleva, siendo las personas más inteligentes las que captan el verdadero alcance de dicha actuación. Así pues, sólo quien parta de la base de que la bolsa es impredecible en el corto plazo y que toda inversión bursátil conlleva sus altibajos relacionados con la marcha de la economía en general y de la empresa en particular, sereá capaz de invertir con la perspectiva suficiente como para no salir escaldado en el intento. Y es que solo con una visión a largo plazo, dando mayor o menor peso a las acciones en su patrimonio según el momento - ahora p.ej. no recomendamos más del 45%- y diversificando en distintas empresas seleccionadas con criterios financieros, se tendría todos los ases en la mano para saldar con éxito dicha inversión. Algo difícil de entender para aquellas personas a las que la naturaleza ha dotado más discretamente y que suelen ver la bolsa como una simple ruleta, en lugar de una inversión muy rentable, siempre que esté bien diversificada y sea a largo plazo.
Fuente: Dinero Quince. OCU Org. de consumidores y usuarios.9 dse novbre. 2009-Nº 426
Incluso me atrevería decir que a corto o medio plazo, siempre dependiendo del patrimonio invertido y de saber "mover las fichas", que uno puede aumentar sus ingresos mensuales entre 100 y 1000 € sin ser necesariamente un Einstein.
