MI HERMANO, A MUERTO

Espacio dedicado a aquellos comandantes que gusten de escribir y leer relatos sobre submarinos y aventuras marineras.

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MI HERMANO, A MUERTO

Queridos camaradas, quiero compartir con vosotros la noticia de la muerte de mi hermano Michael Vilthomsen, que se encontraba en Rusia sirviendo en la Luftwaffe. Os transcribo la carta que me ha enviado un camarada suyo.


Kurovskoi 30 de Agosto de 1942

Herr Obertleutnant z. See, Johann Vilthomsen.

Apesadumbrado le escribo esta carta para comunicarle la perdida de su hermano Michael Vilthomsen en combate.
Hace ya un año que nos conocimos. Con sus camaradas celebrábamos por aquel entonces su centesimo vuelo en servicio de frente. Ayer me visito su mecanico de a bordo y me conto, segun la peculiar forma en expresarse de los soldados, que en el 201 vuelo le habia “tocado”. Por la mañana partio iniciando el primer vuelo del tercer centenar que habia de ser el ultimo. Por la tarde le iban a entregar la Cruz Alemana en Oro, que habia llegado para el por la extraordinaria valentia demostrada en un sinnumero de veces y ademas debia de conocer su ascenso a Alférez. Pero mientras su avion de combate se arrojaba por séptima vez en vuelo rasante sobre las columnas sovieticas, se origino en aquel dia gris el triste acontecimiento, que unicamente quisiera imputar al destino. En aquel instante en que la bala paso a traves de la ventana de la cabina y fue a dar en el cierre de su cinto, rindio sacrificio máximo para sus camaradas y nuestra causa comun.
Yo le habia aprendido a apreciar en nuestros repetidos vuelos contra Inglaterra. Cuando sobre la costa oriental de la isla nos deslumbraban los cañones de luz acompañándonos en nuestro vuelo, cuando debajo de nosotros se desencadenaban los terribles bombardeos sobre Londres, Liverpool, Glasgow y Belfast, los cañones de luz y las granadas de la DCA formaban una barrera a nuestro aparato, cazas nocturnos nos acechaban en las tinieblas; entonces era el, quien con casi misteriosa serenidad sacaba al avion de los tentáculos de luz de la DCA, salvava las barreras de las granadas antiaéreas y nos conducia sanos y salvos al aeropuerto de partida. Era entonces cuando viendo el negro mar debajo de nuestro aparato, hablaba de usted y sus compañeros arriesgando la vida en las profundidades, malviviendo dia tras dia en un cilindro de acero. Y cuando en horas mas tranquilas le oia hablar entonces de su mujer, de su hijo, al cual habia visto por primera vez en su corto permiso, entonces me daba cuenta, que su serenidad no era indiferencia, como algunos de sus camaradas creian. El conocia el peligro y tenia plena certeza del mismo. Nuestros vuelos comunes contra la isla, que para mi fueron verdaderos acontecimientos, para el eran unos episodios mas de una guerra que ya queria finalizada después de las duras luchas que mantuvo en Polonia, Noruega y en la campaña de Francia.
Al alcanzarle la bala solo se tenia que haber inclinado hacia delante sobre los mandos un solo instante para que el avion volando vertiginosamente a ras de los arboles se hubiera estrellado en una fraccion de segundo. Al sentirse herido penso en sus camaradas de a bordo, se hecho hacia atrás entregando con sus ultimas fuerzas la palanca de mando al observador. Y entonces le puso su compañero artillero Adalbert S. En el fondo de la cabina; alli le practico la primera cura cuidándole solícitamente, mientras que el avion era conducido por un hombre que no conocia el aparato.
Asi llegaron al aeródromo. Hasta el ultimo momento tuvo clara consciencia de su deber. Repetidas veces levanto la mano para ver la hora en el reloj para ayudar al navegante. Y mas tarde cuando se encontraban encima de la base, intento incorporarse para aterrizar. Hasta el ultimo momento quiso ser fiel camarada.
Pero esta vez la muerte fue mas fuerte que el. Mientras los otros llevaron a cabo el aterrizaje sin su ayuda, y al rodar el avion indemne sobre la pista, levanto por ultima vez la mano, sonriendo a su camarada que se inclinaba sobre el , y entonces se quedo con los ojos abiertos, fijando por ultima vez su vista en el cielo, ese cielo que tanto amaba.

Mis sinceras condolencias.



Le agradezco sus palabras de consuelo, pero no me cabe la menor duda de que su muerte no fue tan... “Heroica”. Seguramente murio al atravesarle la bala el abdomen, en medio de profundos dolores y llamando a mama. Como siempre solia hacer cuando se dañaba en las rodillas en la epoca no tan lejana en que aprendia a montar en bicicleta. Es curioso, no le dejaron alistarse en la Kriegsmarine por su talla, misma que era la ideal para caber en una cabina de avion destructor como el Junkers JU-88 C-6.
¿Qué mas da, a bordo de un avion o un Uboot? Mi madre se queda sin un hijo y mi cuñada y mi sobrino, sin un esposo y un padre. Estoy harto de esta guerra, hoy os necesito mas que nunca, necesito emborracharme como nunca con vosotros esta noche, y sentir los calidos brazos de Helga a mi alrededor consolándome de algo que no puede ser consolado. Era uno de los mejores.

Basado (que no copiado) sobre un articulo en la revista DER ADLER
Invitado

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Última edición por Invitado el 12 Abr 2005 23:27, editado 1 vez en total.
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