3ª Patrulla, U.55 tipo VIIB. Diciembre de 1940
En el puente todos guardaban silencio, la visión de aquel carguero partido en dos mitades, pero que aún asomaba una parte de la proa y popa era la visión del mismísimo infierno, rodeado de llamas, de vez en cuando una explosión sacudía el navío herido de muerte.
-No veo a nadie, ni siquiera botes salvavidas, comentó Fiedrich
-Es imposible, todo ha sucedido demasiado rápido, tras partirse en dos no ha tardado ni medio minuto en hundirse. Dije
-No lo entiendo, les habíamos alcanzado dos veces antes, podían haber abandonado la nave antes, ¡por Dios!, sabían que no tenían nada que hacer.
-Un marinero jamás abandona su nave mientras su proa sigue desafiando al mar, ¿acaso lo harían ustedes?
Y seguimos contemplando la escena durante un buen rato, hasta que la proa por fin se adentró en las profundidades espirando su último aliento.
-Avante media, sigan con el rumbo planeado. Willburg, informe de armamento
-Capitán, no quedan más torpedos de proa, ni siquiera en las reservas externas, únicamente nos queda el tubo de popa y su reserva externa.
-Bien, ¿a qué esperan?, quiero ese torpedo dentro ya.
El tiempo empeoró, las olas levantaban la proa del submarino, y era muy difícil mantenerse en pie en el puente. No obstante la carga del torpedo se realizó en perfectas condiciones.
-Son unos buenos muchachos, con esta climatología han conseguido cargar el torpedo en tiempo record.
-Así es. Capitán, con el debido respeto, ¿puedo serle franco?
-Dígame
-Llevamos patrullando este sector durante tres semanas, nuestra reserva de combustible está al 40%, y sólo disponemos de dos peces en el tubo de popa. Es navidad y a los muchachos les gustaría estar con sus familias, sugiero regresar a puerto.
-¿Cómo?, ¿Y dejar que esos malditos ingleses envíen armas y tropas al continente?. Cada barco que pasa supone la muerte de cientos de camaradas, no podemos defraudarles, me sorprende en usted esa actitud, nos conocemos desde hace años y jamás lo habría esperado de alguien como usted, si Döenitz dice que patrullemos esta zona, lo haremos aunque tengamos que hundir naves enemigas lanzándoles latas de conserva. Puede retirarse.
Tres días después llegó un contacto por radio.
-¡Capitán!, un mercante enemigo, se dirige con velocidad media rumbo 35º.
-Avante toda, rumbo 20º, tiempo para la intercepción, unas 15 h. Bien, será de noche.
13h después:
-¡Barco a la vista!, marcación 70º
-¡70º! ¿Está seguro?. Es imposible, no puede ser, debería aparecer a unos 270º.
Aquella noche el oleaje era horrible, por más que miraba a 70º no veía nada. De repente vi una silueta, era enorme, tenía dos chimeneas y su velocidad era lenta. Era un trasatlántico. Podría ser un buen trofeo.
-Acerquémonos, parece que sigue rumbo Oeste, avante toda, gire 40º a babor, Fiedrich, ¿puede reconocer su bandera?
-No, capitán, imposible desde aquí.
-Distancia estimada 1500 m, ¡es americano!. Atrás un tercio, no creo que nos hayan visto, no quiero que esos americanos den aviso a sus compinches ingleses. ¿Qué hay de aquel carguero enemigo?
-Ni rastro, supongo que habrá cambiado de rumbo.
-De acuerdo, ¡navegante!, continúe con el patrón de búsqueda
2 días después
-Capitán, informe de radio, un barco a 50 km, rumbo 20º, velocidad media.
-¡Bien!, está muy cerca y podemos interceptarlo fácilmente, avante toda, pongan rumbo 330º y esperemos.
Los días en diciembre son muy cortos, el Sol apenas salía por el horizonte, y ya comenzaba a esconderse de nuevo, ya no recordaba cuando había visto un mar en calma, o las estrellas de noche, pensé en mi mujer, ¿qué estaría haciendo en ese momento?.
-¡Barco a la vista!, marcación 330º
Subí corriendo al puente y apunté los prismáticos a esa dirección, contemplé una columna de humo y la silueta de un pequeño mercante.
-Apostaría que es el del contacto de radio, capitán.
-Esperemos tener suerte de una vez. Parece que va a pasar muy cerca, ¡sala de torpedos!, preparen el tubo 5, distancia 800 m, ángulo desde la proa 76º, velocidad 6 nudos, marcación 340º. ¡Maldito tiempo!, con un poco de suerte no será necesario ningún torpedo para hundirlo.
-¡Abran compuerta del torpedo nº 5!, preparados para disparar.
-¡¡Capitán!!, es un barco holandés, acabo de ver su bandera
-Maldita sea, ¡anulen el ataque!, ¡sala de torpedos, anulen el ataque!.
-Seguiremos esperando, ese navío inglés debe pasar por aquí en unas 2h.
El estruendo de las olas rompiendo contra el casco parecía un delicioso silencio con los motores detenidos, se respiraba una calma tensa, quizás por la costumbre de hablar más alto de lo normal escuché una conversación entre varios marineros.
-¡Os digo que les dispararon con un cañón!
-Ya estás otra vez con tus historias, ¿cañones en un mercante?, eso es una estupidez
-Es verdad, la última vez que estuve en Wilhemsaven un camarada del U-32 me lo contó, los ingleses están armando sus mercantes con cañones.
-Claro, claro, y por lo yo que he oído van a transportar sus tanques en destructores.
Se oyó una risotada en la sala
-O usarán su flota de submarinos como transporte de tropas.
Y sonó una risotada mucho mayor
-¡Barco a la vista!, marcación 268
Subí al puente y cogí los prismáticos.
-Es un C2 cargado hasta arriba, distancia aproximada, ¡maldita sea!, sólo 1500m, se nos echa encima. Avante toda, vamos a colocarnos en posición de ataque, debemos alejarnos para que los torpedos puedan armarse. ¡Sala de torpedos!, preparen el nº 5, distancia 500 m, ángulo 85º velocidad 9 nudos. Prepárense para cargar el torpedo de reserva.
-¡Nos ha visto!, está realizando maniobras evasivas.
-Ya lo se, ¡Fuego el 1!
Desde el puente vimos la estela de burbujas salir, y cómo el torpedo giraba para encontrarse con su objetivo.
-Demasiado ángulo, creo que se va a pasar, ¡Maldita sea!
Un minuto después escuchamos una explosión lejana, habíamos fallado.
-¿cómo va la carga de ese torpedo?
-Lo tendremos cargado y listo en unos 9 minutos.
-Bien, avante a velocidad de flanco, teneos que ponernos otra vez en posición de ataque. Le adelantaremos y nos dispondremos para el ataque.
-¡Tubo nº 5 listo!
-Excelente, esta vez no podemos fallar, velocidad 6 nudos, ángulo 90º, distancia 400m.
-Aún no… ¡¡Fuego el 5!!
Y esta vez la estela fue directamente contra su casco. Pocos segundos después se levantaba una inmensa columna de agua junto al mercante y se escuchaba una fuerte explosión. Al momento una violenta sucesión de explosiones hacían volar fragmentos de la cubierta del carguero. Le habíamos alcanzado de pleno. Un grito de júbilo inundó el submarino.
Desde el puente mirábamos atónitos la imagen, pero no sabíamos si sería suficiente para hundirlo. Observamos como se fue escorando de estribor, y cómo las olas más altas llegaban ya a la cubierta. Cada ola llegaba un poco más alto, y cuando toda la parte de popa estaba inundada supimos que la nave estaba condenada, el resto fue muy rápido, y el mar engulló hambriento a su presa.
-¡Radio!, Informe del ataque al mando, comuníqueles nuestro estado. Volvemos a casa.
Las aguas de Wilhemsaven eran mucho más tranquilas, Willburg me pilló desprevenido con mis pensamientos.
-Estamos llegando al puerto… ¿Puedo hablar con usted, capitán?, ¿Qué le preocupa?
-Verá, los resultados de esta patrulla…
-¡Han sido buenos!, hemos hundido casi 25000 Tm
-No es eso, ¿no le da la impresión de que ha sido demasiado fácil?
-No le entiendo.
-No hemos visto ni una sola nave de guerra, ni siquiera un avión. Mercantes solitarios e indefensos, ¿cuánto durará?, no creo que los ingleses sean tan tontos de dejar a las ovejas junto al lobo por mucho tiempo.
Bueno, espero que os haya gustado. Un saludo
Tercera patrulla
Moderador: MODERACION
Re: Tercera patrulla
La verdad es que si me ha gustado y la conclusion final es muy acetada. speramos mas relatosEfímero escribió: Bueno, espero que os haya gustado. Un saludo

-
- Könteradmiral
- Mensajes: 20470
- Registrado: 16 Jul 2004 19:15