Tal y como él nos ha recibido cuando hemos ido a su Cataluña, le hemos tratado como bien se merecía y le llevamos a cenar a una sidrería. El menú es el clásico en estos locales: tortilla de bacalao, bacalao frito, chuletón poco hecho a la brasa, queso, nueces y menbrillo. Todo ello regado con sidra del país y vino riojano.
Pero lo mejor de todo fueron las conversaciones entre los presentes: que si la fórmula de retardo de la cargas, que si los grados de la flotilla, que si la campaña de pacífico y los modos de navegar, ... vamos, un lujo.
A pesar de ser entre semana, nos dieron las 2 y pico de la madrugada; pero eso no es nada para avezados comandantes de la 24ª acostumbrados a pasar noches en vela acosando al enemigo. En la foto estamos de babor a estribor los siguientes:
Hz (Aitor), Schepcke (Alex), Oarso (Antonio), Beltza (Carlos). No es necesario hacer comentarios sobre la belleza innata de los presentes.

Un saludo y espero que se repita.