Llegó una vez un dios a una pequeña aldea en el que sólo había dos habitantes, Ark y Mog, el primero más listo que el segundo.
Este dios enseñó a Ark y Mog a escribir, coser, cantar, cocinar, en definitiva, los preparó para el duro trabajo de cada jornada del resto de su vida.
Un día, este dios reunió a los dos habitantes y les dijo:
- Hoy simularemos comenzar a trabajar.
Hizo aparecer dos tomos dorados entre sus manos y les dijo:
- Vuestro trabajo será leer este libro.
Ark y Mog coincidieron con las miradas en que la tarea era muy simple y que podrían concretarla. Sin embargo el dios, que les miraba plácidamente como un padre a sus hijos, añadió una simple regla:
- Para que vuestro trabajo sea válido deberéis leer cada día la misma cantidad de páginas o más. Nunca menos.
- Empezaremos mañana por la mañana
Los dos alumnos tomaron su pesado libro y lo guardaron para comenzar la lección a la mañana siguiente.
Y llegó el día de comenzar a trabajar.
Los dos se encontraron con páginas de grandes letras, tan grandes que apenas cuatro o cinco palabras llenaban cada página. El habitante más listo leía pausado cada página, el habitante menos listo, temeroso de ser el último en esta pequeña prueba, devoró cuantas páginas pudo a lo largo del día.
Cuando atardeció, el dios preguntó a cada uno de estos sus hijos:
- ¿Cuántas páginas has leído Ark?
- Diecisiete, mi dios, -respondió serenamente Ark.
- ¿Y tú, Mog? ¿Cuántas páginas has leído?
- Ochenta y nueve, mi dios -respondió orgulloso Mog.
Antes de retirarse a su morada, Dios les recordó que al día siguiente deberían leer el mismo número de páginas.
Y al día siguiente, cada uno de ellos se encontró con que a medida que avanzaban las páginas, las letras se empequeñecían. Ark siguió con un ritmo tranquilo de diecisiete páginas por día, mientras que Mog apenas llegó a cincuenta. La letra era cada vez más y más pequeña y las páginas imposibles de acabar.
Al final del día Dios revisó su trabajo y castigó a Mog por no cumplir con una tarea que el día anterior había hecho perfectamente y felicitó a Ark por haber leído una página más que el anterior.
Moraleja:
Si te ves capaz de cargar con más y más trabajo por ser sencillo HOY, no seas gilipollas y no hagas de más por lo que pueda venir MAÑANA.
Los jefes sólo entienden de resultados, no de circunstancias (1).
Un saludete

(1) Menos Alf, of course
