Si Juancho, no se andaban con chiquitas
De hecho las acciones de los españoles todavía hoy son recordadas con terror por flamencos y holandeses protestantes, al tipico odio por la ocupación territorial podemos sumar la brutal persecución religiosa contra el protestantismo que protagonizaron los Austrias en su empeño de imponer la Iglesia Católica en Europa. No debemos olvidar que si existia una agrupación militar realmente dura en la época esta eran los Tercios, formados por soldados voluntarios profesionales altamente entrenados en combate (como ejemplo el llamado
Tercio de Galeras fue la primera unidad de Infanteria de Marina del mundo). Basados en la legión romana unian una fluidez y movilidad táctica impresionantes para la época, a una capacidad de lucha cuerpo a cuerpo y a media distancia arrolladoras (picas-armas blancas-arcabuces).
Hombres rudos, si, en ocasiones demasiado. Después de 30 meses (ojo al dato) sin percibir su paga los Tercios se amotinaron y devastaron (literalmente) durante tres dias la ciudad de Amberes (Noviembre de 1576)... eso si, sin poner ni un momento en duda su fidelidad a España y al Rey y con un
Ave Maria en los labios.
Ufano de su talle y su persona
con la altivez de un rey en el semblante
aunque rotas quizá, viste arrogante
sus calzas, su ropilla y su valona.
Mix, el relato que transcribo es absolutamente cierto produciéndose en el verano de 1595, concretamente poco antes de que una flota británica comandada por Drake y Hawkins fuese completamente derrotada durante un ataque contra Puerto Rico (ambos marinos murieron en la batalla). Vemos aquí la absoluta 'parcialidad' de los historiadores anglosajones al afirmar rotundamente que "... ninguna fuerza armada hostil (sea del tamaño que fuese) ha puesto jamás sus pies sobre suelo inglés desde las invasiones normandas del siglo XI".
Si el creador de la
Grande y Felicísima Armada, Almirante Don Álvaro de Bazán, no hubiese muerto victima de un envenenamiento (¿ agentes británicos ?) quizás
otro gallo hubiese cantado. Suerte, tuvieron mucha suerte... pero así se escribe la historia
Saludos.
Pep.