Se dice: que no hay como una buena tormenta para limpiar el aire
cierto, de haberlo tenido en cuenta antes, hubiera efectuado el cierre en fechas pasadas. He oído muchos comentarios -para todos los gustos- y por algunos de ellos me he quedado más que sorprendido; es especial con algunos, con los que a lo largo de mucho tiempo no te he tenido ni el más mínimo roce. Ejemplos: Batten y Haifisch.
A Batten quiero agradecerle sinceramente que me haya sacado de dudas. He sido siempre un gran admirador del pintor francés Paul Gauguin. Una de sus grandes obras, que yo también admiro, son la gran tela o lienzo expuesto el el museo de Fine Arts de Boston:
¿De donde venimos? ¿Quienes somos? ¿A donde vamos?. Pues bien, ¿como podia averiguarlo, estando en un agujero negro? Gracias por el informe. No te guardo rencor! Hay que respetar todas las opiniones.
Por lo que respecta a lo expuesto por Haifisch, quiero manifestar lo siguiente: Si hay una cosa que me tomo en serio y nunca a cachondeo, es: La Astrología; mucho menos las predicciones si están basadas en un fundamento y largos estudios. En una de las respuestas dirigida a uno de nuestros miembros, hacía hincapié o ponía enfasis en ella, por la simple razón que dicha persona llevó una auténtica cruzada por todo el foro para burlarse de mí y querer dejarme en ridiculo. Ello dio lugar a que interviniera el mismo Jefe Beltza, para que se respetaran mis convicciones aún no siendo aceptadas por otros.
Cuando vienen malos tiempos o las
vacas flacas (como se decía en la antiguedad), no es precisamente para echar cohetes. Espero que esta aclaración sea suficiente.
A otras declaraciones no les hago caso alguno. Un debate puede llevarse de una forma civilizada y entonces no pasa nada.
Algunos de nuestros miembros, lo cual quiero agradecer sinceramente, han puesto los puntos sobre las iies..con mucho coraje por cierto.
A continuación quiero poner un interesante artículo sacado de una revista seria de Economía, que compro todos los sábados.
Es un resumen casi literal del mismo que creo que viene muy bien al caso....
Pues yo me rindo...
“Rendirse es de cobardes”, se nos insiste desde la cuna a la tumba, en plan de suprema “motivación”. ¿Siempre es cobardía dar el brazo a torcer? Lo dudo.
Siempre me ha impresionado el cuadro de: Las lanzas o la Rendición de Breda…¿Y por qué precisamente éste?...
Porque en ese cuadro tan estático, tan inmóvil, tan parecido a una escenografía congelada, con esa multitud de extras anónimos, los dos personajes centrales, al vencedor y al vencido en Breda –Ambrosio de Spinola y Justino de Nassau, respectivamente- transmiten idéntica dignidad…
En la rendición, Nassau no se humilla, no se envilece, no se acobarda; y Spinola, el triunfador, no se regodea, no maltrata, no abochorna al rendido… Son, en fín, dos hombres en plena madurez, dueños de si mismos, que han aceptado el triunfo y el fracaso con noble serenidad…
Todo lo contrario de lo que sucede en esas trifulcas callejeras en el que el más fuerte, el más bestia o el más marrullero acogota a su contrario y, mientras lo tiene agarrado por el cuello, le da golpes en la cabeza preguntándole a gritos: “¿Te rindes, te rindes, te rindes?”… Y el vencido, sofocado y rabioso, se empecina: “¡No me rindo, no me rindo y no me rindo?”…
Personalmente considero que los dos son estúpidos, pero el segundo todavía más.(Que igual pudiera ser yo en según que circunstancias)
Y no nos engañemos: el trabajo…o un foro en no pocas ocasiones tiene mucho de combate, de pelea, de batalla… Contra otros –eso se llama “competencia”- y contra uno mismo –eso se llama en bonito, “afán de superación”; y, en recio castellano, “amor propio”-…
Es obvio que, en esas lides, no todos pueden ganar: siempre habrá vencedores y vencidos, triunfadores y derrotados. No hay más cáscaras.
Empecinarse en seguir peleando, con una cabezonería estéril, no beneficia a nadie: ni a uno mismo ni a la empresa o al foro .
Yo creo que, en ocasiones, para lo que hay que tener una valentía tipo Cid Campeador es, precisamente, para rendirse, para admitir la derrota, para presentar las llaves de Breda al Spinola que tenemos delante: un jefe, un colega, un competidor.
Lamentablemente no siempre resulta todo tan digno, tan noble y tan loable como el momento que Velásquez plasmó Las lanzas …
Enrocarnos o montar una resistencia numantina que nos agota y nos desangra (con los pocos glóbulos rojos que me quedan!) no conduce a nada… O sea: la rendición valiente y oportuna no equivale a la aniquilación perpetua de lo que somos y hacemos…
Digno de reflexión