Lo que ha ocurrido es que este fin de semana se había organizado una partida en Estella, en Navarra, a la que acudieron unos cuarenta jugadores. La policía foral se presentó en el campo de juego preparada para actuar como lo hizo. Vamos, que no pasaron por allí por casualidad. El caso es que retiraron las réplicas de los 40 jugadores. Teniendo en cuenta que cada uno de ellos llevaban unas cuantas, como suele ser habitual en estas partidas, incautaron un motón de ellas. A varios de mis compañeros guipuzcoanos que acudieron a la partida, les tocó la china. En cualquier caso, los jugadores navarros también son compañeros, ya que jugamos juntos muchas veces.
Los forales les amenazaron con una buena multa por exhibición de réplicas de armas o armas simuladas en lugar público, además de decirles que difícilmente iban a recuperar las réplicas.
Veremos en qué acaba todo, pero los forales se pasaron tres pueblos, ya que varias sentencias afirman que las réplicas de airsoft ni son armas, ni armas simuladas. Además, hay alguna en la que se confirma la inocuidad de las msimas.
En fin, un mal rollo, que ha hecho que varios jugadores ya veteranos tiren la toalla y han dicho que abandonan el airsoft

Ya contaré.
Un saludo.