Bueno, me olvidé de Sean Connery y Russell Crove entre otros....
Pero volviendo al tema, sobre el que he reflexionado bastante, creo que mi espíritu crítico de ver las cosas o de juzgarlas mucho tiene que ver con mis experiencias o vivencias personales habidas en mi juventud.Yo diría que hasta los 25 años viví lo bueno y lo malo de una forma muy intensa. En 1961, tenía entonces 23 años, visitaba por primera vez toda una serie de países, para mí inimaginables. Entre ellos, Pakistan, la India, Egipto, Sudán. Ellos dejarían para mi huellas que perduran hasta el día de hoy. La pobreza y humildad de aquella gente, por otra parte: la naturalidad y espiritualidad paralela a su destino.
En mi infancia, no había TV, pero mi madre nos llevaba casi todos los domingos al cine, y ello solo porque
casualmente uno de los alumnos de mi padre, era hijo del propietario de un cine; de lo contrario no habríamos tenido suficiente dinero para estos "lujos".-
Hasta 1964 no tuve un vehículo propio, y éste fue por supuesto de 2ª mano.
Entonces,hablando de cine, me refiero a los años 1940-1960, las películas tenían una calidad que no tienen hoy las cadenas televisivas con sus programas de TV (La excepción hace la regla!).Hoy se habla de Telebasura, pero en mis tiempos no había Cine basura. Ello ha influenciado muchas generaciones que por supuesto ven las cosas de distinta manera.La distinción entre lo bueno y lo malo quedó muy impregnado en nuestras mentes,amén de tener la suerte de obtener una muy buena educación:Pobres, pero educados.
Ayer en un supermercado, la cajera, una señorita de unos 21-23 años me trataba de tú.Pagué mi compra y le dije sin enfado, delante de los otros clientes: Señorita, se ha dado cuenta de que yo podría ser su abuelo...preferiría que me tratase de usted, pues yo, a una señorita aún más joven que usted la trato educadamente de usted.
La citada señorita guardó silencio muy sorprendida. Esta mañana estuve en el hospital de Palma. Vivía la misma situación. Esta vez no era yo la "víctima", sino una señora que tendría más o menos mi edad. Alguno pensará que soy un"carroza", con o sin "", pero prefiero ser así. Nuestro futuro es la decadencia absoluta y la carencia casi total de valores.
Yo mismo, al igual que la mayoría de todos, no pone en duda la genialidad artística de Michael Jackson. Muchos querrán llevarlo a los altares al igual que hicieron en su tiempo con Elvis Presley, pero si descontamos esa genialidad, el citado personaje ha sido todo lo que probablemente a nadie de nosotros, le gustaría que fueran nuestros hijos o nietos.