Así que en vez de despegar el 18 de octubre a las 17:50, despegamos el 19 a las 6:50, facturando tres horitas antes por cuestiones que aún no me explico.
Así que quedamos a dormir en esa mierda de bancos de plástico, con el sonido de las escaleras mécanicas de fondo y una voz cada 10 minutos que decía que los objetos abandonados por el lugar serían "destruídos" (en mi opinión "chorizeados")
Para facturar vacían el bolso de mi madre, sacan la cartera, potingues, papeles etc. Vacían la cartera, miran entre las tarjetas de crédito y también entre los recibos, sin dejarse tampoco cada bolsillito y ranura. Motivo: Buscaban una hoja de afeitar, que por supuesto no estaba.
Entramos en la siguiente sala, queda una hora para embarcar. Eran como las 4 de la mañana, la mejor hora para merendar, así que vamos a un "Súper" para comer algo. Que casualidad, en una tienda de comséticos, vendían más de 15 tipos distintos de hojas de afeitar

Y mientras esperamos justo antes de embarcar, aún dejaban entrar pasajeros 20 minutos antes del despegue

Dato curioso del de una máquina de refrescos de LATA, totalmente inofensivos, justo al lado de la puerta de embarque.
Eso sí, me gustó mucho Londres, ya pondré las fotitos
