Hola camaradas de agua salada...
Después de casi cinco años de ausencia, aqui me tienen de nuevo. En algun momento trataré de explicar el faltazo. De momento, felicitar al almirantazgo por el buen resultado de este reestiling de la página y el nuevo criterio de "moderación". Me parece bien y justo.
Bueno, a las papas:
Lo que este señor dice, tiene absoluto fundamento y razón, segun mi humilde criterio. Nosotros en latinoamerica, sabemos cuales son los resultados del matrimonio con el FMI. Sucede que nunca se pensó en que Europa, podría correr en el mismo andarivel con estas recetas.
Grecia, ahora Hungría y España, mañana seguramente Portugal, luego Italia, Turquía y por ultimo serán los paises centrales.
El Fondo, es un club donde sus socios se han apuntado para ganar y cuando de capitales hablamos, el ganar no tiene techo ni escrúpulos. El crecimiento debe suceder a una velocidad moderada, cuando el que tiene la posibilidad de manejar el acelerador, no tiene límites o no se los impone el mismo, sucede esto: Burbujas de aire que en algun momento explotan y queda expuesta su génesis. En USA, la "burbuja" fue inmobiliaria y generó tal caos interno que en el término de seis meses las bolsas de todo el mundo se derrumbaron, provocando lo que ya todos conocimos como la gran crísis global.
Podríamos atrevernos a citar el oráculo de la historia y veremos que en cada comienzo de siglo, concretamente durante la primera década y mediados de la segunda, se producen episodios que económicamente suelen ser destructivos. Desde hace tres siglos, estos episodios concluyen en guerras sangrientas en las que se encolumnan decisiones políticas para salvaguardar errores económicos. Claro, que en muchos casos, estos origenes se pueden rotular como fenómenos naturales por cambios culturales. La revolución industrial, generó desempleo, el desempleo generó crisis social y política, como siempre, luego vino la primer guerra mundial, donde nadie miró la punta donde se empezó a enrollar el ovillo, sino cada uno miraba su papel, su situación y consecuencia. Esto transformó a Europa en un escenario bañado en sangre. Aparecieron nuevas naciones con la división de viejos imperios. Hasta el lejano Oriente se vió envuelto en este desastre. Sin embargo, los procesos de caida eran lentos, muy lentos. Las noticias viajaban en barco y nunca impactaban antes de los siete u ocho meses de producirse el evento.
En el siglo XXI, gracias a la globalización, a la comunicación instantánea y a la voracidad desmedida de los mercados. Las crisis se producen en cuestión de horas.
Grecia oficializó o formalizó una noticia de crisis y en minutos las bolsas de todo el mundo acusaron el golpe de los inversores que tenian y tienen intereses en relación con la economia griega.
Las multinacionales tienen intereses en todo el mundo. Cuando una economia local entra en crisis, el mensajero del desastre es la bolsa de comercio de ese pais. En segundos las multinacionales que se encuentran enlazadas en una red siniestra, mas allá de las sociedades civiles, mas allá de los principios humanos y los valores sociales, toman decisiones para protegerse del posible derrumbe. Ahi es cuando el FMI (del que son parte estos muchachos), sale a ponerle espalagrapos y penicilina a cualquier herida. Siempre utiliza los mismos parametros de ajustes; salarios, inversión publica (superavit fiscal), educación y salud. O sea, todo lo que las sociedades necesitamos para poder vivir con algo de dignidad. El FMI quiere mayor concentración de riqueza cada vez en menos manos, mayor clientelismo político entre sus delegados y mayor presencia bancaria para manejar localmente sus propios negocios.