En marzo del año pasado, cuando por fin me cambié el ordenadó, conversando con el tío que me atendió en la tienda, le comenté que me interesaba una placa de las buenas, es decir, de ésas que superan los 200 euros: ya que en la revista que me compraba entonces (Micromanía), aconsejaban este tipo de placas. Pues bien, el tío este de la tienda me dijo que nanai, que me aconsejaba una placa base más barata, concretamente una que rondaba los 50 euros. La razón era que una placa más barata, si se cascaba por lo que fuera, sería más económico reemplazarla, además de que perdería menos dinero. Por otra parte las prestaciones de la placa más cara no eran tan superiores a su hermana menor. Me quedé boquiabierto pero le hice caso. Hasta ahora no he tenido ningún problema, ya veremos cuánto aguanta esta placa. ¿Creéis que hice lo correcto?. Lo que no puedo negar es que la operación me salió más económica.
Un saludo.
