En mitad de esta dura guerra que a cada uno de nosotros nos tiene al frente de mil batallas que vencer y complicadas misiones que cumplir, se agradece un momento de relax amenizado por una apetitosa y deliciosa dieta mediterránea, acompañados por un fino y exquisito vino al paladar.
La agradable conversación, el trato y la familiaridad puso la guinda a un día inolvidable en S. Nazaire.
Por la tarde acompañé al comandante Johann Vilthomsen a subir a bordo de su amada nave. El U-69
Es increible el empeño y cariño con el que nuestro camarada cuida con sumo esmero cada rincón de su sumergible.
El tacto por tontería que os parezca, a los pies era agradable. Después de invitarme a recorrer todos los ríncones del U-69 me enseñó algunas de sus anotaciones de la última misión, comentarios típicos de dos camaradas de la ubootwaffe y finalmente un delicioso brindis de ese vino que me dejó llevar a bordo desde su hogar.
Fuí despedido con sumo cariño y agradecimiento
Ayer dormí en el camarote del U-701 recordando con empeño los instantes de una jornada de paz en mitad de la guerra
Una jornada en compañía de su dulce y preciada familia.
Hasta la próxima amigo!

Saludos a Esther y vuestra dulce hija.
Para ti, un fuerte y gran abrazo
Siempre a vuestra disposición...
Orret