Bolson00 escribió:Hola Comandante Ivan...
Has estudiado Recursos Humanos?
Joer como te lo kurras !!!

..... que gran juego
Buena Caza Comandante.
S!
¡Si yo te contara, camarada Bolson!
Después de graduarme con honores en la Academia Naval (el Tutorial), recibí mi primera comisión como Kaleun del U-47, y se me ordenó patrullar la cuadrícula AL71.
Y para crearme una atmósfera "inmersiva" (nunca mejor dicho), no solo ajusté el realismo a tope... sino que además hice toda la misión con compresión x1 (con un par y un palito

).
Así que, para que descansara mi único oficial con habilidad de vigía, me chupé mis turnos de guardia de 2 horitas en la vela cotilleando el horizonte

(asumiendo que en un U-Boot no había privielegios de rango, y tenían que pringar todos: desde el Kaleun al último marinero... y después de todo, un Teniente de Marina no tiene galones suficientes para comportarse como si fuera el Almirante de la Flota.

).
Aparte de que eso me enseñó a gestionar la tripulación, me hizo comprender algunas cosas a saber:
1) Que esto es solo un sim, y afortunadamente no hay que lidiar con los problemas reales de un buque y su tripulación.
2) Que el de tripulante de submarinos era un trabajo de mierda que requería unos cojones a prueba de balas, y una tolerancia al prójimo que ríete de Buda.
Imagínate estar encerrado durante semanas en una especie de zulo tubular, con poco y nada que hacer, con un espacio no mayor que 1,2 m2 a tu disposición que debes compartir por turnos con otros, con un jarrito de agua al día para toda tu higiene personal, con otros 40 tíos en las mismas condiciones.
Que al hedor de la adrenalina, el sudor y la mugre, se agrega la peste del fuel, del aceite de máquinas, la ropa sucia, olor rancio a humedad. Más la sensación de estar siempre mojado, con goteras sobre el camastro sean debidas a filtraciones o a la condensación de humedad...
La vida en un acorazado o un crucero de batalla, en comparación parecería un crucero de placer. Y la de un U-Boot, parecería más bien una condena en un batallón de castigo.
Como quiera que sea, esto que yo me tomo como un juego, me invita a reflexionar acerca del valor y sacrificio de tantos hombres que tal vez no tenían más de 25 años cuando se los puso al mando de un U-Boot, y se los mandó a patrullar a miles de kilómetros de su hogar.
